Empate triunfal
El Villarreal, con un gran Diego López, se clasifica tras repetir tablas con el Manchester United
Corto de plantilla y con tres lesionados de importancia (Godín, Llorente y Nihat), el Villarreal entendió el empate como una gran victoria. Superó las bajas, la lesión de Senna en la primera parte, la merecida expulsión de Capdevila y las embestidas de un Manchester empeñado en exhibir su potencial. Fue un éxito grandioso para los de Pellegrini, logrado a base de coraje y oficio para aprovechar al máximo sus recursos, y así asegurar un resultado -repetido por estos dos equipos las cuatro veces que se han enfrentado- que les clasifica para octavos por segunda vez en su historia. A expensas de la posibilidad de ser primero si vence al Celtic y el Manchester pincha ante el Aalborg. Cristiano Ronaldo se quedó con las ganas.
VILLARREAL 0 - MANCHESTER UNITED 0
Villarreal: Diego López; Venta, Gonzalo, Fuentes, Capdevila; Cazorla, Senna (Bruno, m. 46), Eguren, Pirès (Mati Fernández, m. 65); Ibagaza; y Rossi (Guille Franco, m. 78). No utilizados: Viera; Ángel, Cygan y Edmilson.
Manchester United: Kuszczak; O'Shea, Ferdinand, Evans, Evra; Cristiano Ronaldo, Fletcher (Gibson, m. 79), Carrick (Tévez, m. 84), Nani (Park, m. 84); Anderson; y Rooney. No utilizados: Foster; Vidic, Rafael y Giggs.
Árbitro: Roberto Rosetti (Italia). Expulsó a Capdevila (m. 82). Amonestó a Venta, Evra, Eguren, Cristiano Ronaldo y Fuentes.
25.000 espectadores (lleno) en El Madrigal, 3000 de ellos seguidores del Manchester United.
El duelo resultó tan sencillo como estético. A cada bombazo desde fuera del área de Ronaldo respondió Diego López con una estirada. La segunda de ellas acompañada por la ayuda del larguero. Cristiano y Diego López disputaron un partido paralelo. El extremo portugués entró como un león, con ganas de volver a estar futbolísticamente a la altura de su nombre tras meses de convalecencia física y mental. Le falta, pero está de camino. Y se marchó al descanso levantando temerosos suspiros en el Madrigal. "¿Nos dejará este 7 acabar 0-0?".
A eso aspiraba el cuadro de Pellegrini después de una primera parte en la que estuvo varios cuerpos por debajo del campeón de Europa. Admitiendo la superioridad física del Manchester, Pellegrini prescindió de uno de sus habituales dos delanteros para proteger al equipo. Con el inconveniente de que el quinto centrocampista, Ibagaza, está lejos de su estado de forma ideal. Y de que Senna se lesionó a la media hora y fue arrastrándose hasta el final del primer tiempo. Todo eso llevó a que el Villarreal apenas tuviera profundidad. Le faltó una referencia arriba. Rossi estuvo muy solo. Y sólo le quedó el cañoncito de Cazorla, que, al estilo del mítico Puskas, asustó al joven Kuszczak.
Estaba amable Rooney, repartiendo sonrisas y gestos cariñosos entre los defensores amarillos. Nada que ver con las malas formas de Ferdinand, que atacó sin aparentes motivos a Pirès. Cazorla comenzó la segunda parte con regate prodigioso a Evra: un toquecito con el exterior del pie para salvar la embestida del lateral francés. Al público le enfureció el politiqueo del árbitro, que le perdonó la tarjeta a Rooney cuando el inglés practicó un piscinazo. Al parecer, no sólo los latinos quieren engañar a los árbitros.
Bruno salió con personalidad en el difícil trance de suplir a Senna. El Villarreal trató de jugar sin complejos, con la defensa más adelantada, pero el Manchester le recordó quién era el campeón de Europa. Cristiano Ronaldo incrementó su participación y el conjunto de Ferguson llegó al ataque con toda la caballería. Y toda la dentadura ya amenazante de Rooney, capaz de rematar de cualquier forma. Lo evitaron Gonzalo Rodríguez, el central argentino que reserva sus mejores actuaciones para enfrentarse al United, y Diego López, impecable en todas las artes del arquero.
El Madrigal emitió rugidos de desaprobación hacia Matías Fernández, el media punta chileno al que tanto tiempo lleva esperando que explote. Precisamente un balón perdido por Matigol propició un contragolpe del Manchester que acabó salvando milagrosamente Capdevila en la línea de gol. El mismo lateral izquierdo catalán dejó a su equipo con uno menos tras una entrada brutal a Cristiano Ronaldo que le costó la roja. Quedaban 10 minutos. El Villarreal los jugó con la concentración y la energía necesarias para conquistar una clasificación sumamente meritoria.
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