La sequía y el alza del coste de los intereses reduce el peso social en los Presupuestos catalanes

Pere Aragonès ya tiene en el Parlament los que previsiblemente serán sus últimos presupuestos antes de las elecciones. Los ha llevado este miércoles la consejera de Economía y Finanzas, Natàlia Mas, con el interrogante todavía de si los comunes les darán su apoyo, como sí hará el PSC. Como es habitual, las nuevas cuentas autonómicas serán en 2024 las más expansivas (43.673 millones, un 9,6% más) de la historia de la Generalitat, aunque este año romperán una tendencia alcista en el gasto social: educación, sanidad y otros capítulos del estado del Bienestar representarán un 72,6% del total del gasto, seis décimas menos que un año antes, pese a que la cifra absoluta crece. Esa contracción del peso, aseguran desde el Govern, se explica por que aumentan los recursos para luchar contra la sequía, por un importe de 1.045 millones de euros, y afronta un mayor pago de intereses, motivado porque la mochila crediticia no cesa de crecer (alcanzará los 86.568 millones, 400 millones más) y los tipos de interés han subido. En conjunto, se pagarán 1.372 millones en intereses, frente a los 782 millones de un año antes. Es la mayor cuantía de la década.

Para que salga adelante el proyecto presupuestario, no obstante, el Govern tendrá que convencer a En Comú Podem, que se opone frontalmente a dar su aval si Aragonès no garantiza que paralizará el macrocomplejo del juego de Hard Rock, en Vila-seca y Salou. Esa posición es totalmente opuesta a la de los socialistas, que quieren asegurar el macrocasino de Tarragona y que además han alcanzado un acuerdo con el Govern valorado, según la Generalitat, en unos 250 millones. Pese a sus dudas, todo apunta a que los republicanos apoyan el proyecto, puesto que fueron los que validaron la licencia que lo permite y son conscientes de que se arriesgan a una indemnización millonaria si finiquitan un proyecto en el que Hard Rock pretende invertir más de 1.000 millones de euros. Ese proyecto no tiene partidas en los Presupuestos de 2024, como tampoco tienen efectos los acuerdos que los partidos independentistas han ido arrancando al PSOE durante las negociaciones de la investidura: ni perdón a parte de la deuda (15.000 millones del Fondo de Liquidez Autonómico) ni el análisis de una financiación singular para Cataluña.

De momento, el grueso de los recursos con los que la Generalitat contará en 2024 seguirán partiendo del modelo de financiación vigente, un 84%, y que ofrece este año un 17% más de recursos. Un 14% procede de los impuestos propios y cedidos de la Generalitat, que justamente este año caerán un 2,5% por la caída del sector inmobiliario y, por tanto, de la recaudación de los impuestos de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, que se reducirán este año un 5,7% y un 10,9%, respectivamente. Son la principal entrada de recursos propios (2.457 millones) y esa contracción supondrá 188 millones menos en caja este año. La Generalitat calcula cerrar el año con un déficit del 0,1%, lo que supone un margen adicional de 293 millones, que explica parte del incremento de la deuda. Este ejercicio no se contabilizan fondos europeos pertenecientes al mecanismo Next Generation, como sucedía los dos últimos años, puesto que ya están en fase de ejecución.

Pese a que respecto al año pasado el gasto social pierde peso en los Presupuestos, todos los departamentos ven incrementado su gasto previsto, ya que la tarta cada vez es mayor. El de Salud es el más elevado, con 12.059 millones presupuestados, un 5,6% más que el año anterior. En este departamento, la Generalitat reconoce que siempre ha existido un desajuste entre lo que se presupuesta y lo que se termina gastando, y que para cubrir la diferencia a medida que avanza el año se suelen utilizar partidas presupuestadas de fondos transversales o de contingencia, lo que se conoce como gasto desplazado —por ejemplo, en 2023 se presupuestaron 11.635 millones en Salud, pero en noviembre pasado el gasto ya había aumentado hasta los 14.157 millones—. Pero la Generalitat opta por no prever ya de inicio este desajuste, aunque reconoce que es sistemático. Sin embargo, en estos presupuestos de 2024 ha incluido un fondo extraordinario de 800 millones que ya se reservan para cubrir parte de este desajuste entre lo presupuestado y lo gastado en de más en Salud.

Educación es el segundo departamento con más gasto presupuestado, 7.508 millones, un 10% más que el año pasado. Y en Derechos Sociales el presupuesto es de 3.612 millones, un 8,7% más. De las tres ramas del Estado de Bienestar, la que más ha crecido desde 2020 es la de Derechos Sociales (un 35%, mientras que Salud y Educación un 32% cada uno). Fuera del ámbito social, el Departamento de Territorio es el que tiene más gasto (2.462 millones, un 11,5% más), seguido del de Interior (1.924 millones, un 6,1% más), Investigación y Universidades (1.682 millones, 6,5% más) y Empresa y Trabajo (1.472 millones, un 9,2% más). El departamento que más ve incrementar su gasto presupuestado es el de Cultura (que con 566 millones crece un 19,5% respecto al año pasado), en línea con el objetivo de aumentar hasta el 2% el peso de este departamento con respecto al conjunto del presupuesto (las cuentas de 2024 todavía no llegan a esta meta, ya que el peso de la cultura se queda en un 1,7%).

A diferencia del año pasado, cuando el gasto en personal creció más que la media de incremento de gasto en los Presupuestos, este año crece menos. El capítulo 1 del gasto de la Generalitat, referido a las remuneraciones de personal, crece un 7,8% (mientras que la media de gasto total crece un 9,6%). El número de dotaciones de personal presupuestadas crece un 2,6%, hasta las 290.196. Es decir, para este año está presupuestado que se contrate a 7.309 personas en jornada completa más que el año pasado. La mayoría de ellas irán a Salud y Educación.

Las inversiones del sector público alcanzan en este presupuesto los 3.064 millones de euros, un 9,7% más que el año pasado, y más del doble que en 2014, cuando las inversiones públicas sufrían los ajustes derivados de la crisis financiera. Donde más esfuerzo inversor hay este 2024 es en infraestructuras ferroviarias, en Salud y en infraestructuras viarias. Destacan también, por el contexto de sequía en el que se encuentra Cataluña, las inversiones en el ciclo del agua (228 millones), que sumadas a los programas y los gastos departamentales, suman un presupuesto destinado al agua y la sequía de 1.045 millones de euros. De estos, 327 millones servirán para ampliar y mantener las plantas de regeneración y desalinización, y 86 millones irán a mejorar el riego para ahorrar agua, entre otras partidas.

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